EDUCAR CON CO - RAZÓN


La inteligencia emocional fue el tema que motivó la edición XXVII de nuestro evento insignia, el ProEducar. Con la presencia de conferencistas internacionales, compartimos dos jornadas donde buscamos volver a la esencia del acto educativo. El foco estuvo puesto en cuestionarnos el sentido de ser educadores, resaltando el valor indispensable de la pedagogía del corazón.

El invitado central fue el español José María Toro, maestro especialista en inteligencia emocional. “Frente a un momento donde hay una fascinación por las herramientas, las técnicas y la tecnología, debemos recuperar la conciencia que el recurso por excelencia es el educador. Esto significa trabajar la palabra presencia, es decir, hacer presente lo que realmente somos. Entonces, debemos tomarnos un momento, y pensar ¿qué respiran nuestros alumnos cuándo estamos frente a ellos?”, expresó Toro en una de sus cinco ponencias, titulada El recurso por excelencia eres tú.

Durante ambas jornadas, Toro abordó la acto de educar como el “arte de encender” los ojos, apuntando a la importancia de descubrir a la persona que hay de tras de la figura del alumno. También se abordaron temas como las dolencias y los remedios para el corazón de la familia de hoy.

Desde Argentina nos acompañó la neurosocioeducadora Mirta Pola Rosa, quien hizo hincapié en la importancia del tiempo, la ternura, y la templanza en el proceso de educación emocional. Pola resaltó que para dejarle a nuestros alumnos aprendizajes que lo acompañen toda la vida “tenemos que ser nuestra mejor versión; nadie puede dar lo que no es, por eso es importante el conocerse y trabajar en ello”.

Como conferencista local estuvo presente Magela Grisoni, piscóloga social, quien nos ayudó a traer al ámbito de clase ejemplos para trabajar con las emociones, bajo la premisa que “no hay emociones buenas ni malas, todas son un regalo de Dios, un oportunidad de autoconocimiento y de encuentro con el otro”.

Con un marco de asistencia de casi mil educadores, compartimos dos jornadas donde, convencidos de su papel esencial, le dimos valor a la interioridad como movimiento para la innovación educativa. Agradecemos a todos por acompañarnos un año más.